A pesar de las festividades navideñas en todo el sistema financiero, todavía hay una notable cantidad de burbujas de volatilidad en el mundo de las criptomonedas.
Ese nivel de actividad es una característica de este tipo de activo. Al carecer de un intercambio centralizado, no hay tiempo de inactividad para las vacaciones.
Sin embargo, esta virtud también es un vicio. En tales condiciones, donde la actividad en la economía y las transacciones a través del sistema financiero disminuyen naturalmente, todavía tenemos una fuerte rotación en Bitcoin y sus primos.
Eso es, en parte, una prueba de la fuerte influencia de la especulación que ha invadido este mercado emergente.
Es el atractivo de la volatilidad dramática y las tendencias increíbles que ha ayudado a elevar el perfil de este esfuerzo para destronar a las monedas tradicionales, pero también puede ser un impedimento futuro o incluso su ruina.
Sin embargo, al comparar Bitcoin con el oro o el dólar, se producen debates improductivos que enfrentan la rápida evolución de la tecnología frente a los usos académicos del dinero para transacciones o depósitos de valor.
Un mejor medio de evaluación del mercado es una comparación dentro de la clase de activos.
Bitcoin es por hoy el campeón de las criptomonedas. Está lejos de ser el miembro más virtuoso del cuadro de monedas que busca impulsar la evolución del sistema financiero, pero es con mucho el más popular.
Y es que esa popularidad, a pesar de sus defectos, debería llamar la atención sobre los efectos potencialmente desestabilizadores de la especulación detrás de este mercado. En última instancia, el mercado de criptomonedas busca reemplazar las monedas fiduciarias como el dólar, el euro y el yen para facilitar futuras transacciones.
Sin embargo,
¿Eso es viable cuando toma días liquidar una transacción y cuesta entre $ 15 y $ 25 por acción?
Además, ¿sería una solución viable para el futuro una huella ecológica cuyo tamaño se ha discutido en las noticias sobre las operaciones mineras y de transacción para BTC? No obstante, las operaciones se mantienen sólidas en este índice de referencia y sus niveles elevados.
Sucede que nos acercamos al quinto hard fork para Bitcoin (una división supuestamente para resolver las deficiencias subyacentes del original), pero los cuatro anteriores han atraído un interés limitado a pesar de su supuesta solución dirigida.
Bitcoin Cash fue la división más reciente, y ha cosechado la mayor tracción hasta el momento.
Incluso se está probando en los intercambios de criptomonedas más grandes, que es la mejor posibilidad de golpear la masa crítica. Dicho esto, esta versión adaptada (¿mejorada?) Del original no ha escapado a la atracción del BTC ni a su extrema volatilidad.
¿Quizás las otras alternativas líquidas de nivel superior estén mejor y el futuro de un mercado estable a precios altos?
No parece así.
Ethereum es el segundo más líquido, popular y altamente negociado en los principales mercados. Se ha mantenido mejor que Bitcoin quizás, pero su moderación para una mayor apreciación detrás de la subida y caída impulsada por su predecesora es clara.
Lo mismo ocurre con Litecoin, la otra criptomoneda que está más disponible en los intercambios. Quizás una de las ofertas líquidas más ágiles, crea uno de los patrones técnicos más peligrosos. Entonces,
¿Dónde está su disparidad a lo positivo?
Ondulación en realidad ha empujado a nuevos máximos en el retiro de sus hermanos más grandes.
Sin embargo, es difícil decir si se trata de un genuino apetito por una verdadera alternativa a la especulación defectuosa o justa de la próxima moneda que se agregará a los intercambios y se descargará fácilmente cuando mejore la liquidez.
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